OPINIÓN
¡Con el negro detrás de las orejas, pero muchos lo olvidan!

La discriminacion hacia los negros también existe en la República Dominicana, lo extraño del caso es que somos una nación donde el 80% de la población tiene un tono de piel color oscuro. Contradiciendonos con la realidad de un pueblo compuesto por la diversidad.
Es evidente que ser negro en cualquier parte del mundo es sufrir más en la vida. Las personas negras se enfrentan a situaciones de discriminación y acoso.
Las raíces de la discriminación racial en República Dominicana son profundas, entre 15,000 y 25,000 personas fueron asesinadas en el país en el año 1937, a causa del odio racial hacia los negros.
Los negros dominicanos son excluidos de muchos puestos de trabajo importantes, por no contar con las cualidades físicas que le interesa a las empresas para vender su imagen.
“El negro tiene que trabajar muy duro para lograr lo que un blanco consigue fácil “, es una popular frase que utilizan en algunos lugares de nuestra amada República.
“Si no tienes buena presencia no escalas fácilmente en alguna posición o empleo, no importan las capacidad e inteligencia que poseas”, realidad vívida en muchos lugares de nuestra tierra natal.
Incluso hasta para realizar labores domésticas algunos empleadores exigen como condición personas de piel blanca. Violando los derechos sobre dignidad humana, igualdad y desarrollo de la personalidad, los cuales se encuentran establecidos en la constitución de la República Dominicana.
¿Porqué nos odiamos unos a los otros?
Aunque el racismo no es sólo hacia los negros, este a sido alimentado por los estadounidenses que odian los negros “imprégnando la discriminación a todos los aspectos de la vida, extiendose a todas las comunidades de color».
En República Dominicana antes de la matanza del 1937, Trujillo se empecinó en “blanquear” la raza, nutriendo más el odio hacia los negros.
No ha valido de mucho la lucha de Martin Luther King, Rosa Parks, Malcolm X, Nelson Mándela y otras figuras que lucharon contra el odio a la raza negra.
Ojala y algún día se termine el odio hacia los negros y todos podamos vivir en paz sin ninguna discriminación.
Por Rubén Geraldo Bautista. / Periodista.